Midiendo más de 130 kilómetros de largo, la zona sísmica conocida como “Brecha de Guerrero” ha generado alerta en la comunidad científica de México debido a la energía que está lleva acumulando desde hace más de un siglo, lo cual podría ser causante de un sismo de gran escala que afecte a la mayor parte del país, incluido Valle de México.

El geólogo, Víctor Manuel Cruz Atienza, actual líder del equipo mexicano-japonés que estudia dicha brecha, se encuentra solicitando urgentemente un financiamiento para poder continuar con sus estudios en el área y así organizar una expedición con el fin de recoger sismómetros del fondo oceánico y analizar a profundidad su comportamiento.

Aunque en un principio la exploración tenía planeado registrarse desde hace un año, el surgimiento del covid-19 causó que fuera pospuesta, por lo que espera sea retomada a la brevedad posible para prevenir cualquier tragedia provocada por la región sísmica.

Investigadores prevén que la brecha libera energía de forma silenciosa e incluso mencionan que el terremoto ocurrido el pasado 7 de septiembre, mismo que contó con una magnitud de 7.2 en la escala de Richter, podría deberse también a la “Brecha de Guerrero”.

Esta hipótesis es tomada de los datos obtenidos por la red GPS de la institución donde labora Cruz Atienza.

Además se sabe que esta zona ha notificado 6 grandes movimientos telúricos durante los años 1845 y 1911, los cuales provocaron graves daños al país en ese tiempo.

Lo que ha generado mayor preocupación a los expertos es la energía acumulada que lleva dicha brecha, pues conserva aún más de 100 años sin actividad, algo que pudiera resultar en un escenario catastrófico si se liberara de golpe.

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