El mandato de vacunación de la administración Biden-Harris para empleados federales podría resultar en el despido de más de la mitad de los agentes de la Patrulla Fronteriza (CBP) de Estados Unidos, en medio de una crisis migrante que no tiene aún una solución clara.

De acuerdo con el medio Fox 5, los despidos se originarían debido a que más de la mitad de los agentes han rechazado la vacuna o faltado en informar su estatus de vacunación. Igualmente, el 10 por cierto de los que se han registrado para recibirla aún no lo han hecho. Esto indica que aproximadamente el 60% del personal no se ha vacunado.

Lo anterior podría atraer grandes problemas para los residentes de la franja fronteriza que acostumbran moverse de un lugar de la frontera a otro, pues con la mitad del personal operando, las líneas podrían volverse todavía más lentas de lo que son ahora.

Según se reporta en el último año, el tiempo de espera ha sido en promedio de 3 a 4 horas para poder cruzar, por ejemplo, de Tijuana a San Ysidro. Incluso, hay casos en que debido a manifestaciones migrantes o intentos de éstos por cruzar la frontera los transeúntes han tenido que esperar hasta 8 horas.

De acuerdo con el medio anteriormente señalado, la CBP presentó algunas posibilidades debido a esta información: la menos negativa sería la perdida de alrededor de 1,130 agentes que dejaría la fuerza de 19,536 a 18,403.

Y la peor, los agentes que no han informado su estado y que se niegan a vacunarse serían despedidos por lo que podría llegar a alarmantes números de despido (cerca de 11, 523 agentes) que podría dejar a la entera CBP con sólo 8,013 agentes fronterizos.

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