El ojo fiscalizador del SAT ahora ha puesto la lupa en las transferencias bancarias entre cuentas propias.
Estas operaciones con muy habituales entre los cuentahabientes, pero ahora el Sistema de Administración Tributaria (SAT) podría interpretarlas como si fueran ingresos no declarados.
La medida emana de una resolución del Tribunal Federal de Justicia Administrativa (TFJA), emitida en abril pasado, que señala al contribuyente es quien está obligado a probar ante la autoridad fiscal que el dinero proviene de otra de sus cuentas y no de un tercero.
“Aduciendo que los mismos constituyen un traspaso entre sus cuentas propias, entonces es ella (la persona) quien se encuentra obligada a aportar la documentación idónea a efecto de demostrar que dichos depósitos y registros contables provienen de un concepto distinto al determinado por la autoridad fiscal”, señala esa resolución del TFJA.
¿CÓMO EVITAR QUE EL SAT ME COBRE IMPUESTOS?
Esta medida no significa que todas las transferencias bancarias hechas por los cuentahabientes vayan a estar bajo la lupa del SAT.
De acuerdo con la resolución está enfocada a juicios de carácter administrativo.
Sin embargo, contadores recomiendan de cualquier forma tener a la mano la documentación que prueba que el depósito vino de una cuenta personal y evitar así que el fisco te cobre impuestos.
Estos documentos son los siguientes:
-Estados de cuenta
-Documentos de trabajo
-Copia del recibo en donde se especifique el monto y la cuenta de donde proviene el depósito, forma de pago, el número de cheque o reporte de transferencia, número y nombre de la cuenta bancaria abierta a su nombre.
Adicional a estos documentos, el contribuyente deberá ofrecer la prueba pericial contable que verifique el registro de cada operación, correspondencia de cantidades entre sus cuentas y que no se haya incrementado su patrimonio.
Las transferencias bancarias entre cuentas propias no son ilegales, pero los contadores dicen que es necesario tener los medios de prueba para validarlas en caso que el SAT así lo requiera y no se generen problemas ante las autoridades fiscales.
¿QUÉ PASA SI NO PAGO MIS IMPUESTOS?
Si como contribuyente estás obligado a declarar tus ingresos ante el SAT y no los presentas, la autoridad fiscal puede aplicar multas que van desde los mil 400 pesos hasta los 28 mil 490 pesos.
La multa depende de la falta fiscal que cometas, pero debes tomar en cuenta que el monto puede aumentar por los recargos e incumplimientos.
Si recibes ingresos por parte de dos patrones o incluso eres trabajador informal, se recomienda acercarse a expertos que te ayuden a llevar tu contabilidad para cumplir con tus obligaciones fiscales y si haces transferencias bancarias entre cuentas propias, toma en cuenta los consejos.
Nota publicada originalmente en MVS Noticias.
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