Ser romántico(a) en el siglo XXI se ha visto desvirtuado por las nuevas concepciones y dinámicas sociales donde la caballerosidad se olvida y pasa a ser el “cada quien paga lo suyo”.
Y aunque la idea sea abrazada sin problema por muchas parejas actuales, hay muchos que desean sentirse atendidos(as) y especiales, así que no hay nada de malo en dejarse consentir y que alguien maneje el timón del barco, encargándose de cada detalle de una salida.
Lograr la cita perfecta en Tijuana no es fácil para quienes están acostumbrados a los convencionalismos. Si a eso le sumamos la falta de lugares naturales a los cuales se puede ir, el asunto se complica, orillándonos a buscar otras opciones en las ciudades aledañas.
Sin embargo, usando la creatividad y con una dosis de espontaneidad se puede lograr tener un día inolvidable con la persona amada, pues al final todo se reduce a la importancia del momento, pues el panorama que nos rodea es solo el lienzo en donde pintamos el resultado de nuestras interacciones.
Para ello te damos algunas ideas para poner en marcha y lograr esa cita perfecta en la ciudad.
Todo comenzaría un día libre entre semana, pasado el mediodía, con tu pareja yendo por ti a casa; la ocasión lo amerita, se trata de algo especial.
Paseo en el Parque
Luego irían al Parque de la Amistad, pues está menos concurrido que el Parque Morelos. Mientras muchos trabajan y otros hacen ejercicio, el sitio se encuentra casi vacío, solo para ustedes. Una caminata casual respirando aire fresco bajo las copas de los árboles es el preludio perfecto para una charla que les recuerde buenos momentos, o si es esta es tu primera cita podrías aprovechar para hablar sobre algo ameno y divertido; que conozcan ese lado con el que puedes conectar bien con la otra persona. Si las lanchas están disponibles y pueden dar un paseo en el lago tranquilamente, ¡qué mejor!
Comida
La hora de comer ha llegado y tu pareja recuerda un lugar perfecto en Tijuana. No está muy lejos de ahí, y además su atmósfera rústica y romántica sirve como imán para la ocasión. Se trata del Restaurant Roble de Plaza Alameda Otay, y ahí se dirigen porque alguien cercano se lo recomendó y porque sabe que en Rosarito siempre está lleno...por algo ha de ser.
Al entrar, la ambientación supera sus expectativas, se ve cómodo y elegante. La decoración de madera, los toques de vegetación, una fuente y un roble en el centro llama tu atención y la de tu acompañante, con tu mirada apruebas su elección.
Al ver su distintivo menú salen a relucir ricos los desayunos, así que de entrada prometes volver más temprano otro día. Mientras, optas por un Fettuccine Pomodoro, tu pareja elige probar la Milanesa de Arrachera Gratinada, que con sus papas crujientes y ensalada al carbón despierta sus papilas gustativas.
Todo está delicioso, el servicio de Roble los hace sentir como en casa, ha sido una experiencia muy agradable.
Compras y Avenida Revolución
De ahí, deciden ir de paseo a los diferentes locales de Avenida Revolución. La calle más famosa de Tijuana ha cambiado mucho en el último año. Se sorprenden al encontrar una mezcla de subculturas, personajes, rincones mágicos, nuevos cafés, establecimientos, espacios para el arte y el esparcimiento. La movilidad de un flujo de gente diversa, dotan a esta parte de la ciudad de una energía vibrante, llena de vida, dinamismo y evolución.
Entre compras y visitas aquí y allá, la han pasado genial. Desconocías esa faceta de la entidad, y sobre todo, te enteraste de otra faceta de tu pareja, una donde es más libre, autentica y pura, algo que te ha hecho caer más embelesado(a) a sus encantos.
Puesta de Sol
La tarde llega y cielo se pinta de un naranja hermoso, para ello toman la carretera hacia Playas de Tijuana con la intención de presenciar el atardecer. Tras caminar un rato por el malecón y ver cómo rompen las olas en la orilla, llega a ustedes una sensación de calma y quietud, donde el tiempo se detiene y los problemas no existen.
A medio camino deciden ingresar a un café frente a la playa, el cual funge como observatorio ideal para el espectáculo natural del sol desapareciendo en el firmamento. Bebiendo de una taza se avivan memorias increíbles y se hacen planes a futuro, los cuales lucen prometedores.
La cita transcurre de maravilla, la luz de las lámparas es tenue y romántica. Ambos se acercan un poco más, ríen y los ojos lo dicen todo: están fundidos el uno con el otro.
Cine al aire libre
De regreso los dos concuerdan en querer ver una película, pero de manera diferente, la opción del auto cinema surge en sus mentes y llegan justo para la última función, un clásico de Hollywood que resulta sumamente entretenido, más aún después de pedir un entremés.
Tras la cita, tu acompañante te lleva casa, te abre la puerta y va contigo hasta la entrada. Ambos comparten un beso inolvidable. El encanto no se rompe y saben que será la primera de muchas experiencias diferentes que están por venir.
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