Hoy 28 de julio es el Día Mundial de la Hepatitis, una enfermedad causada en su mayoría por un virus que afecta al hígado, un órgano que ayuda al cuerpo a digerir los alimentos, almacenar energía y eliminar toxinas.
Hay cinco tipos de hepatitis principales:
Hepatitis A: Causada por ingerir alimentos o agua contaminados. Sus síntomas son dolor en la zona del hígado, vómitos, fatiga, perdida de apetito, color amarillento en los ojos y orina de color oscuro.
Hepatitis B: Transmitida por la exposición a fluidos corporales infectados (sangre, semen, secreciones vaginales). Por ejemplo, una mujer puede contagiarle hepatitis B a su bebé durante el parto. Algunas personas, especialmente los niños no manifiestan síntomas. Para eso deben hacerse una prueba, afortunadamente existe una vacuna para la tipo A y B.
Hepatitis C: Se adquiere por la misma vía que la B y agua contaminada, otras formas de propagación incluyen compartir agujas u otros materiales de drogas o ser tatuado con herramientas no esterilizadas. Lo síntomas, aparte de los ya mencionados incluyen fiebre, heces grises y dolor en las articulaciones. Una vacuna para la hepatitis C está en desarrollo.
Hepatitis D: Este tipo afecta a alrededor de 15 millones de personas, solo causa síntomas en personas que tienen hepatitis B y se contrae por la misma vía que esta. Generalmente produce más muertes que el resto de las hepatitis dada su progresión rápida y sus tasas de éxito terapéutico son bajas. La infección puede prevenirse mediante la vacuna de hepatitis B.
Hepatitis E: Transmitida principalmente por consumir agua infectada con materia fecal. Por lo general se cura sin necesidad de tratamiento al cabo de 4 a 6 semanas, solo se requiere reposo y rehidratación. Sin embargo, tiene una mortalidad alta en mujeres embarazadas, de un 20 %.
La hepatitis, cualquiera de sus tipos, se relaciona con la diabetes, la obesidad, enfermedades corazón y otras que dañan el hígado en tres de cada diez diagnósticos.
A sugerencia de la Organización Mundial de la Salud, a partir del primer año de vida se debe implementar la vacuna contra la hepatitis, lo cual disminuye la probabilidad de contagio. Mundialmente se dan alrededor de 100 millones de casos nuevos que podrían prevenirse a través de la vacunación, según la directora médica del área de vacunas en GSK México e infectóloga pediatra Yolanda Cervantes.
Se estima que casi uno de cada tres habitantes del mundo está infectado por el virus de la hepatitis B. Más de 500 millones de personas padecen infección crónica por el virus de la hepatitis B o el de la C.
Dado lo anterior, hay que tener consciencia del lavado frecuente de manos, comer alimentos cocidos, beber agua potable, evitar fecalismos al nivel del suelo y además ponerse la vacuna, pues se ha demostrado que la tasa de infección por este virus se ha reducido más de un 95% al colocársela.
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