El equipo con la mejor ofensiva aérea de la NFL en 2017 con 4,431 yardas y un promedio de 276.9 yardas por juego y que estuvo a punto de avanzar a los playoffs tras ganar seis de sus últimos siete juegos quedando fuera solo por criterios de desempate apuestan con todo para la temporada que está por iniciar.
Los Chargers de Los Ángeles están preparados y listos para afrontar lo que podría ser una gran temporada y que para su QB, Philiph Rivers, solo es cuastión de tener un balance entre jugar por arriba y por tierra, “Si podemos tener balance al correr el balón, entonces tenemos la oportunidad de ser una ofensiva especial”, dijo Rivers al final del juego de pretemporada ante los New Orleans Saints.
Para Rivers son 50,348 yardas desde que arribó a Chargers en el ya lejano 2004 sumando 14 temporadas en los emparrillados de la NFL, para Rivers esta temporada también será un reto personal ya que busca convertirse en el tercer quarterback con 10 temporadas de 4,000 yardas; los otros son Peyton Manning (14) y Drew Brees (12). Brady también tiene nueve.
Pese al optimismo se tiene que destacar que dos de los jugadores más imoprtantes para el equipo californiano están fuera toda la temporada, uno de ellos el TE, Hunter Henry, quién quedó fuera por que se desgarró los ligamentos de la rodilla y por su parte, Jason Verret, se desgarró el tendón de Aquiles a principios de mes corriendo con la misma suerte.
Es cuestión de esperar a ver como se sienten los jugadores ya con el playbook ofensivo y defensivo ejecutado durante los partidos de temporada regular, de lo que se tiene que estar seguro es que será una guerra por el líderato de la división que es una de las más peleadas y más difíciles de jugarse.
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