Tres amigos de Salt Lake City visitaron San Diego a principios de agosto para el concierto de Metallica en Petco Park. Dos de ellos, sin saberlo, trajeron a casa un souvenir no deseado.

Mike Johnson, de 43 años, fue diagnosticado con hepatitis A el 14 de septiembre, poco más de un mes después de su viaje a San Diego. En ese momento, sus ojos y piel se habían vuelto de un tono amarillo y los médicos le dijeron que estaba a punto de sufrir una falla hepática.

"Fue una pesadilla. Estaba durmiendo de 14 a 16 horas por noche ", dijo Johnson. "No podía caminar más de 100 pies sin cansarme."

El amigo de Johnson, Josh Oviatt, de 44 años, pasó cuatro días en el hospital.

"Fue un fin de semana fenomenal, pero lo estamos pagando ahora", dijo Johnson. "Básicamente sacrifiqué seis meses de mi vida por ese fin de semana de diversión".

El tercer amigo, Mike Rinna, de 51 años, había sido previamente vacunado contra la hepatitis A y no contrajo el virus.

El brote de San Diego ha matado a 20 personas y más de 370 han requerido hospitalización. Hasta el martes, el condado ha contabilizado a 544 personas infectadas, y nuevos casos continúan surgiendo. Es uno de los peores brotes que la nación ha visto en décadas.

Vía SDUT

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